Llevo tiempo queriendo escribir, ya que quería ir mostrando varios aspectos de este mundillo que tanto me apasiona, pero no encontraba el momento. Buscaba excusas y me evadía en otros asuntos, ¡y mira que he tenido tiempo debido al estado de alarma por la pandemia del COVID-19!, pero era evidente que cuando llegase el momento lo iba a hacer sin dudar. Y ese momento ha llegado, quien me iba a decir que iba a ser por Alejandro Gómez y por Paula Hernández, dos amigos que conozco desde hace tiempo y que me han ayudado mucho desde hace años, al igual siempre he intentado hacerlo con ellos. Y casualidades de la vida Paula ha sido una de las personas que más me ha animado a seguir escribiendo, pues bien al final lo han conseguido. Alejandro siempre intentó la alianza entre todos, hubo una época en la que todos calentábamos juntos después de aquel accidente contra el hielo en plena competición de la Copa de España, por una vez muchos estuvimos unidos por un tiempo. Ahora ya no sucede así, a mi me parece muy lejana esa época, pero no lo es tanto, también es verdad que muchos estamos a varios asuntos, por lo que es complicado mantener ciertas rutinas que teníamos por aquel entonces.
Nos conocimos hace ya bastantes años, ya no recuerdo la fecha. Me suena que fue en Vallgorguina en ese diciembre de 2012 cuando charlé un rato con Alejandro, hasta ese momento yo no me había atrevido, y a Alejandro no le habían hablado muy bien de mí, y claro, eso influye. Pero nuestra primera competición juntos fue en Copa de España en Zizur, un fin de semana duro, con doble manga y con circuitos complicados, de esos que me gustan, y de los que Alejandro dice que son los que hay que tener cuidado conmigo, que soy un todoterreno, jejeje. Y me lo suelta él, que ha sido un luchador nato y todo un gladiador; así que hacíamos lo que podíamos. En esas fechas compartimos varios podium de Campeonatos de España y Copas de España, pero la entrega de trofeos no era nuestro medio natural, me quedo con eso que dice Alejandro: la competición, es nuestra forma de expresarnos. Es donde Alejandro siempre se crece, y es así en mi caso, desde mi humilde posición como deportista ocurre lo mismo, es nuestra puesta en escena de todo aquello que llevamos entrenando, donde nos venimos arriba. Competir todos estos años junto a Alejandro ha sido una motivación extra. Y de Alejandro he aprendido, llevo muy adentro esto, que cuando todo estaba en contra y la presión era muy alta, siempre se venía arriba, era cuanto más agusto estaba compitiendo, mayor concentración conseguía y mayor motivación. Esta es una de las cosas que más admiraba de él, y lo más importante es esa capacidad de estar muy relajado los días previos a la competición y durante la misma. A día de hoy las competiciones las disfruto mucho, gracias a saber gestionar la presión, algo que aprendí de él.
He disfrutado de entrenar por esos montes que le forjaron como atleta de élite, decía que por Zamans entrenaba cuando necesitaba aislarse, era placentero rodar por ahí. Le he visitado muchas veces, pero una de las cosas que más le gustaba era hacer concentraciones para entrenar. Para mi, esa parte aún no ha llegado, supongo que la lejanía y tener otras obligaciones, y bueno, que cuesta sacarme de mi entorno he de reconocer.
El tiempo pasó, y como no, tanto Paula como Ale decían que tenía que tener un perro especialista, que Nua se hacía mayor y era pequeña, Confiaron en nosotros para que le cuidasemos lo mejor que pudiésemos, para que fuese todo un atleta, nos costó mucho tiempo decidirnos, en todo este tiempo ellos seguían animándonos para que dierámos el paso. Y así fue como llegó Durjan, orgullo de tener un perro suyo, que ahora está entre los mejores de Europa en su especialidad (hasta la fecha no se ha vuelto a celebrar un Campeonato de Europa de la IFSS, el último fue en Nybro en el 2018, donde fue medallista en DCMV y top-ten en absoluto), en ese Campeonato lo que nadie sabe es que fue Paula la primera persona que me llamó por teléfono desde España, aún me acuerdo, mientras esperaba para ver la salida de Nua - Laurix.
Otra de las cosas que casi nadie sabe es que Durjan viene del propio nombre de Alejandro. No iba a hacerlo de forma directa, siempre le doy vueltas a las cosas, para intentar que salga diferente. Quería un nombre épico, Alejandro lo es, pero no iba a ponerle su nombre, así empezamos a jugar con las palabras y me salió Jandru, que tiene dos sílabas. Si le dábamos la vuelta y ajustando la "u" y la "r", pues salía Drujan, pero no me convecía hasta que finalmente salió Durjan. Y así fue como Alejandro siempre vendría con nosotros a través de Durjan, era nuestro homenaje a tan gran confianza depositada en nosotros. Incluso hubo una época que a nuestro perro Indiano le llamabamos Neno, que muchos ya sabrán de donde viene.
En el trato directo soy reservado o de muy pocas palabras, solo me suelo soltar a conversar largo y tendido con personas con las que me siento cómodo, y Alejandro es una de ellas. Pero la distancia ha hecho que no hablemos tanto, estos últimos años. No obstante, Alejandro siempre ha confiado en mí para llevar a cabo esa rebeldía que era necesaria en el mushing nacional, con la idea de que nuestro deporte fuera a más; así lo entendíamos los dos. Esto a mi me ha hecho sentir muy orgulloso, pero esa rebelión que montamos hace algunos años, ha venido a menos. No por Alejandro, que es luchador incansable, sino por mi parte. Esta batalla era agotadora, y no veía que fuese a buen puerto, por lo que la aparqué hace tiempo, centrándome más en mis asuntos, que era estar con mis perros, entrenar duro y pasar tiempo con la gente de mi club. Por eso, ahora le pido a Alejandro que se rebele una vez más contra todo pronótico y centre todas sus fuerzas en luchar contra esa enfermedad, que aún le quiero ver cumplir su reto, una de sus mayores ilusiones que es hacer carro junto a sus perros.
Mucha fuerza💪💪💪💪
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