Echando la vista atrás añoro mis tiempos de entrenar en el parquecillo olímpico, que es como se le llama en los últimos tiempos, haciendo referencia al nivel de los atletas que entrenan por allí. Pero realmente el nombre que a mí me trae grandes recuerdos y con el que me siento muy identificado es el de parque de las calamidades. Menudas tardes invernales que nos pasamos dando vueltas a su circuito de “mil metros” (995 metros); esta es su característica más especial, sus mil metros por vuelta, lo que hace que puedas tener flexibilidad y variedad de entrenamientos.
Ahora me doy cuenta que llega uno de los cambios más radicales en mi ajetreada vida, es muy probable que mis días en el parquecillo pasen a ser muy pocos o nulos. Que tiempos en los que bajaba como mínimo tres días a la semana: martes, miércoles y jueves, pero las prioridades han cambiado, poco a poco me he ido centrando en una pasión que se ha ido forjando con el paso de los años.
Comencé a entrenar en ese parque en mayo del 2004, y ya no dejé de ir. Con el paso de las temporadas me di cuenta que era un lujo, sin demasiado desnivel, con buen piso, que mejoró cuando el ayuntamiento decidió echar más tierra al trazado, y si llovía siempre era mejor irse al parquecillo, porque se podía ir a buen ritmo. Y poco a poco se fue formando un grupo de corredores de nivel bastante alto, que siempre estaba dispuesto a echar una mano. Y así crecí como atleta, ayudando a unos a conseguir sus entrenos o sus marcas, pero siempre con un punto común, nuestro querido parquecillo. El grupo era numeroso, si nos juntábamos todos supongo que podríamos llegar a ser más de veinte corredores, pero como siempre estaban los más asiduos. En la punta de la lanza Ludis y Juanan, detrás el resto de los fijos Luismi, Manuel, Miguel, David y yo. Algún otro día se podía unir alguno como Alfredo, Pedro Sanz, Sergi “Bruguera”, Víctor, “Compinche” y muchos otros más, pero era emocionante poder entrenar con este grupo, los entrenos eran muy llevaderos y divertidos; y como no, me hacían ir a unos ritmos que nunca pude imaginar. Fueron unos años muy fructíferos, puede que la memoria me fallé, pero más o menos duró hasta 2010 o por ahí, pero su mayor clímax fue del 2005 al 2009, casualmente a mí me coincidió con mi temporada en blanco estando en el CA La Blanca de Vitoria, esa temporada no reaparecí hasta el mes de agosto de 2009 debido a unos problemas de salud muy graves, justo a menos de dos semanas para la media maratón de Vitoria de diciembre 2008, andaba intentando acercarme a la 1h11.
A la vuelta, todo cambió, supongo que la vida va poniendo a cada uno en su sitio, según las prioridades, y claro la responsabilidad familiar va pesando, pero a la vez empecé a intensificar mi pasión por el canicross, dejando de lado la preparación concreta de medias maratones y 10 kms. Aún así, en el año 2012 volví al Atletismo Alcorcón, donde renové mis ilusiones por las pruebas de pista y por clubes que tanto me gustan. Pero seguía yendo cada vez menos veces al parquecillo, aunque siempre me dejaba caer de vez en cuando, intensificando los entrenos en primavera y verano, desapareciendo en época invernal.
Ahora justo en estos momentos, de muchos cambios, creo que los más grandes hasta el momento; dejó atrás todas mis rutinas para descubrir un mundo nuevo, donde me esperan un montón de rutas por investigar y para disfrutar. Por lo tanto ya no seguiré en el Atletismo Alcorcón, que me hizo crecer como atleta, donde aprendí un montón sobre este deporte, que estas últimas cuatro temporadas participé en tres campeonatos de España de campo a través, experiencia muy enriquecedora, incluso llegamos a ser terceros de Madrid en cross corto, y un sinfín de anécdotas que quedan en el recuerdo, que se quedan en un rinconcito de mi corazón. Muy raro será que vuelva a bajar corriendo por la rampa de los vestuarios a beber esa agua tan fresca, y escuchar los gritos de ánimo de Jim Meneses que hacía que me exprimiese aún más. Sin muchos alardes me voy por la puerta de atrás, sin despedirme de casi nadie, tampoco creo que sea necesario siempre intenté pasar muy desapercibido y no creo que nadie me eche en falta. Y como no, espero que el Atletismo Alcorcón consiga al fin sus objetivos, como es subir a División de Honor, que tan poco ha faltado estas temporadas pasadas; me voy con la espina clavada de no poder debutar en la Liga, estuve a punto esta temporada, me hubiese hecho mucha ilusión. Y ligado a estos cambios, será complicado volver al parquecillo, aunque algún día espero volver a darle vueltas, ese parque me invade de nostalgia, y solo me trae buenos recuerdos.
Sigo soñando con encontrar en mis nuevas rutas otro parque como el “parquecillo”, será difícil como encontrar otro planeta “Tierra” en el universo.
Agradecer el apoyo recibido a #OS2O #cmcbikes #centroveterinarioavenidaeuropa #stangest #vallekanino #dietayum #hurtta #animastrath
“Seguir aprendiendo para seguir creciendo”
“Otra forma de entender el mushing”
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