jueves, 1 de marzo de 2018

Stop FMF y Rendimiento Deportivo

Aunque no lo parezca convivo a diario con una enfermedad autoinmune con fiebres recurrentes, catalogada como rara. Para llegar a comprender eso me ha costado muchos años y muchas horas de hospital. Los síntomas de la enfermedad me empezaron en mi época de la facultad, así que lleva unos 20 años que dejó de ser asintomática. Ahora tengo un reto, alcanzar mis niveles deportivos de antaño, ahora que parece controlada, eso sí me ha costado mucho porque no sigue un patrón estándar. La enfermedad se llama Fiebre Mediterránea Familiar, de ahí ese hastag #stopfmf, tiene bastantes síntomas aunque os describo los más comunes que sufro, pero lo más característico es la fiebre elevada con escalofríos previos, que casi siempre vienen acompañadas con crisis pleurales e infiltrados pulmonares manifestadas con dolores en un lado del pecho, intensificados con la inspiración. 

Para evitar estas crisis no puedo entrenar con la intensidad como lo haría cualquier otro atleta. Entonces mi rendimiento deportivo va relacionado con la enfermedad, pero al fin he encontrado el equilibrio, añadiendo sentido común, paciencia y mucho trabajo, se puede convivir y competir a un alto nivel a pesar de estar mermado. Y lo más importante evitar situaciones de estrés y tener un descanso adecuado.

Al tener menor intensidad, las lesiones son menores y el estado de forma se alcanza algo más tarde de lo normal, pero es más duradero porque tiene una mejor base, permite estar más tiempo a buen nivel, y afinar para los diferentes momentos puntuales como son los campeonatos nacionales. Las competiciones de mushing se concentran en algo más de 4 meses, por lo que el período de competición es muy largo, para ello reduzco mucho la carga e intensidad de los entrenamientos, pero aprovechando al máximo primavera y verano para entrenar mucho más, creando una buena base.

Ahora ando inmerso en la planificación de la próxima temporada, suerte que aprendí en una de las mejores escuelas madrileñas, en estos momentos tengo una motivación muy alta, sin perder la ilusión ni las ganas por llegar lo más alto posible; y esa fuerza hará que consiga mis objetivos y luchar por mis sueños, para eso conseguiré parar a #stopfmf. La cuestión es; ¿Y por qué ahora llega está propuesta tan motivante?, quizás mi entorno se ha vuelto el idóneo, he conseguido asumir mi patología, sumado a que nos hemos mudado junto a mi familia a una zona que llevo soñando desde que me sentaba en mi terraza del barrio donde me críe, viendo que tenía que explorar esas montañas de mi querida sierra. Y ahora al fin he creado un club del que me siento muy responsable, donde tengo unos compañeros de fatigas que me motivan en cada entreno y me exigen estar en forma para poder seguir su estela, y a su vez nos damos caña para que no nos durmamos.

Y todo por conseguir ese ansiado sueño que cada día que pasa está más cerca aún si cabe, las distancias se acortan.

“Seguir aprendiendo para seguir creciendo”
“Otra forma de entender el mushing”


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